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Ovarios poliquísticos, el síndrome femenino más frecuente

  • Entre un 5 y un 15% de las mujeres, sobre todo menores de 40 años, padecen el Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOP).
  • Las afectadas pueden sufrir disfunciones menstruales, infertilidad, obesidad, diabetes, apnea del sueño, acné, alopecia o exceso de vello.

Constancia y una vida sana. Esos son los principales activos que debe poner de su parte la paciente durante el tratamiento del Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOP), “el síndrome femenino más común, ya que afecta a entre un 5 y un 15% de las mujeres en todo el mundo”, según asegura el doctor José Luis Scapini, ginecólogo de la Unidad de la Mujer del Hospital HLA Los Naranjos. El SOP provoca un conjunto de síntomas que van desde “la disfunción menstrual (atrasos, adelantos, sangrados irregulares) a la esterilidad”, así como “obesidad, síndrome metabólico, diabetes y apnea obstructiva del sueño”. Sin embargo, el doctor Scapini subraya que “lo que más preocupa a las mujeres jóvenes, el grupo más afectado por esta dolencia, son los síntomas derivados del hiperandrogenismo, como el acné, la seborrea, la alopecia androgenética (caída del cabello) y el hirsutismo (exceso de vello)”, ya que afectan a la apariencia física de las pacientes. No obstante, y a pesar de que se considera una “patología crónica”, cada uno de los síntomas tiene un tratamiento específico y eficaz.

El especialista del hospital onubense advierte que el SOP “puede hacer su aparición clínica durante cualquier etapa de la época reproductiva de la mujer, aunque declina su manifestación y sintomatología a partir de los 40 años”. El facultativo reconoce que no es un cuadro clínico de fácil solución, puesto que “puede presentar problemas a largo plazo, aumenta el riesgo de diabetes, de problemas cardiovasculares y de otros desórdenes metabólicos”. Además, “la oligoovulación (escasez de ovulación) disminuye el número de oportunidades al año para quedar embarazada y si la paciente se encuentra en anovulación (no ovula) no puede quedar gestante hasta que se consigue restaurar el ciclo habitual mediante el tratamiento oportuno”. Por tanto, hace hincapié en el diagnóstico precoz, en la conveniencia de llevar una vida sana y ser constante, como puntos imprescindibles. “El tratamiento suele controlar los síntomas, mejorando clínicamente a las pacientes, pero al dejarlo la sintomatología puede reaparecer”.

Dieta, ejercicio y pérdida de peso

“El síndrome en cada paciente no es uniforme, ya que pueden aparecer desde todos los síntomas a tan solo alteraciones menstruales”, indica el doctor Scapini. “Las modificaciones en el estilo de vida se consideran el abordaje de primera línea para mujeres con SOP e incluyen dieta, ejercicio y pérdida de peso”. Es el primer paso y el común a todas las afectadas. Y primordial, ya que “todas sus manifestaciones pueden verse agravadas por el aumento del índice de masa corporal, es decir, la obesidad”. Con este fin, así como para la prevención o el tratamiento de la resistencia a la insulina en las pacientes con SOP, los especialistas en nutrición recomiendan hacer al menos cinco comidas y cada cuatro horas, para evitar hipoglucemias, y abandonar los malos hábitos y el consumo de productos procesados y dulces.

Por su parte, “la prescripción farmacológica está reservada para los llamados trastornos metabólicos, como la anovulación, el hirsutismo y las irregularidades menstruales”, mientras que “las anormalidades menstruales y el hirsutismo o el acné, exigen un tratamiento con anticonceptivos hormonales”. En cuanto a los medicamentos más habituales, el clomifeno es el elegido para abordar la infertilidad, mientras que la metmorfina es beneficiosa para las anomalías metabólicas o glucémicas y para mejorar las irregularidades menstruales”, puntualiza el especialista del hospital HLA Los Naranjos. Solo en el caso de mujeres con resistencia al clomifeno (y otros tratamientos inductores de ovulación) se aplican procedimientos quirúrgicos, con el objetivo principal de restaurar la ovulación.

El profesional de la Unidad de la Mujer de Huelva reitera la importancia de someterse a los dictámenes médicos, ya que “en las pacientes con anovulación crónica existe el riesgo de padecer hiperplasia endometrial (el crecimiento excesivo de la capa que recubre el útero), carcinoma y toda la patología derivada del exceso de estrógenos. Además, el tratamiento también puede minimizar en parte el mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y cerebrovascular, la resistencia a la insulina presente en un 40% de estas pacientes con SOP y, el diagnóstico precoz de la diabetes tipo 2, puede reducir sus dañinos efectos”.


Repercusión:

  • Diario de Huelva
  • Huelva Buenas Noticias
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