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Frente a los hongos vaginales, consultar con un profesional es el mejor remedio

  • La automedicación y las panaceas para erradicar esta dolencia son un grave error, ya que las consecuencias por un tratamiento incorrecto suelen ser un aumento del picor, lesiones por rascado, o dermatitis vulvar.
  • A pesar de las creencias populares, no se trata de una enfermedad de transmisión sexual.

Las patologías asociadas a las partes íntimas de la mujer siguen siendo un tabú, como en el caso de los hongos vaginales, y a pesar de que la mayoría de las mujeres los padecerán a lo largo de su vida, el 75% del total según los datos presentados en el Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer, es una patología de la que cuesta aún hablar. Por este motivo, el doctor Carlos Romero Díaz, ginecólogo de HLA Santa Isabel y miembro de la Unidad de la Mujer aconseja que es necesario que la población femenina esté lo más informada posible en cuanto a estas infecciones.

Los hongos vaginales se dan tanto en la vagina como en la vulva y sus síntomas suelen ser enrojecimiento, picor intenso y escozor genital” explica el especialista, y añade que “esta patología suele estar causada generalmente por la Candida Albicans, se presenta en el 80% de los casos aproximadamente, y se trata de un hongo en forma de levadura que se encuentra habitualmente en la cavidad oral, en el tracto gastrointestinal y en la vagina, explica el profesional.

No es una enfermedad peligrosa pero se ha de llevar control y cuidado, especialmente en los más casos graves, es decir, ante las infecciones por Candida Glabrata y Tropicallis, ya que son difíciles de tratar por sus características genéticas y porque presentan resistencia a fármacos usados habitualmente para el tratamiento de hongos, como el fluconazol. Si bien, recuerda el profesional, “la gravedad de la infección viene dada en la mayoría de los casos por factores de riesgo como la inmunosupresión o la diabetes”.

A pesar de las creencias populares, no se trata de una enfermedad de transmisión sexual y, aunque por norma general, la mayor prevalencia se encuentra en mujeres en edad fértil, mantengan o no una vida sexual activa, según la edad va aumentando dicha prevalencia hasta llegar a la menopausia.

Cuidado con los remedios caseros

Frente a esta enfermedad, el autodiagnóstico es uno de los errores más frecuentes. “Consultar con un profesional, aunque ya se haya tenido una infección por levadura antes, siempre ha de ser la primera opción, porque los pacientes suelen confundir los síntomas de los hongos con otras causas, como la vulvovaginatis (inflamación de la vagina o vulva)”, aconseja el ginecólogo, y añade que “el autodiagnóstico erróneo produce dermatitis vulvar, retraso en el tratamiento correcto, candidiasis de repetición y además, la automedicación favorece la final colonización por otros tipos de cándidas menos comunes.

Y el mismo cuidado hay que tener con los remedios caseros. Internet se encuentra lleno de panaceas milagrosas para curar los hongos vaginales, pero en la realidad estas técnicas son muy peligrosas y no se deberían tomar a la ligera, porque la flora vaginal tiene un equilibrio delicado que hay que respetar, ya que, si bien no son patologías muy peligrosas, una infección bacteriana puede dañar de modo permanente los órganos reproductivos.

Una reincidencia de hasta el 10% 

Entre las principales situaciones en las que aparecen los hongos son ante una mala higiene, por llevar ropa de baño mojada o por ropa inadecuada como vaqueros ajustados o con poca transpiración. “Aunque tradicionalmente se recomienda el uso de ropa interior de algodón, lavar la ropa con agua caliente, usar ropa no ajustada o evitar los “lavados vaginales”, es cierto que la eficacia real de dichos métodos es controvertida en la evidencia científica actual”, aclara el ginecólogo de HLA Santa Isabel, que forma parte de la Unidad de la Mujer que da cobertura a los problemas de salud femeninos en las diferentes etapas de la vida con un enfoque preventivo.

Uno de los factores de riesgo para su aparición es el estado inmunitario de la mujer así como el estado de su flora vaginal, y cuando el flujo vaginal es más excesivo de lo normal, hay más posibilidades de sufrir esta patología.

El tratamiento más adecuado depende del tipo de Candida así, como si esta se trata de una recurrente o no. “No hay diferencias de éxito demostradas entre la vía oral y la vaginal, pero es cierto que ante una infección no complicada el tratamiento tópico parece el más correcto”, aconseja el ginecólogo. Lo que sí está comprobado es que las consecuencias por un tratamiento incorrecto suelen ser aumento del picor, lesiones por rascado, o dermatitis vulvar. Asimismo, es importante añadir que a pesar de un tratamiento correcto, podría reincidir en 1 de cada 10 mujeres aproximadamente.

En la Unidad de la Mujer de HLA Santa Isabel da cobertura a todas las facetas de la mujer desde la adolescencia hasta la madurez, y está formada por un equipo multidisciplinar con amplia experiencia, todo para garantizar la asistencia sanitaria de las diferentes patologías propias de las pacientes.


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